Larsson

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Mi autentico domingo con periódicos y resaca ha tenido un invitado de excepción, un Liverpool – Chelsea en la tele a la hora de la siesta. Ochenta y ocho minutos y medio de fútbol rápido, algo tosco y sin goles han valido la pena porque cuando quedaba un suspiro Torres ha colado dos chicharros y mi padre y yo hemos salido de nuestro sopor. Futbolero soy lo justo y solo en las grandes ocasiones (mundiales, eurocopas, champions league) me comporto como un energúmeno frente al televisor. Pero me gustan los goles y más aún si los cuela un españolito en la cuna del fútbol y encima a los del Chelsea, que no sé porque pero me caen mal. Los del Liverpool sin embargo me caen bien, supongo que por la cantidad de jugadores españoles en sus filas, por su fiel hinchada y por lo macarra que me parece tener un cartel a la salida del túnel de vestuarios en el que está escrito “This is Anfield” para recordar a los jugadores del Liverpool para quién juegan y para recordar a los rivales contra quién juegan.
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En unos días mi corazón futbolero se vera dividido pues las eliminatorias de la Champions enfrentan al Liverpool contra el Real Madrid y si hijos si, soy del Madrid. Pero no soy nada integrista en esto. Durante mucho tiempo mi jugador preferido fue el barcelonista Stoichkov y hace unos años salté y grité con mi muy culé amigo Edu al ver como el Barça ganaba la final de la Champions. Aunque la verdad es que salté de alegría porque los dos históricos goles del Barça fueron a pase de Larsson. Y Larsson es Dios.
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