Hoy toca cancioncilla pero no toca karaoke. Esta canción no es para cantarla, es para bailarla. La primera vez que la escuché me vinieron a la cabeza imágenes de esas pelis americanas de adolescentes que acaban con el baile de fin de curso. No me refiero a las pelis post-MTV, esas en las que chicos cachas vestidos por Calvin Klein beben Red Bull con vodka y se mueren por mojar el churro mientras chicas salidas de "Gossip Girl" se mueren por el churro del más guaperas. Esas en las que todos los empollones fracasan menos uno, el protagonista, que finalmente se lleva el premio gordo mientras el más guaperas muerde el polvo. Esta canción me retrotrae (vaya verbo pardiez) a películas sesenteras y setenteras, a chavales que beben ponche vestidos con trajes azul celeste y camisetas con chorreras y chicas con faldas largas, pañuelos en el pelo y calcetines blancos. No nos engañemos, también en esas pelis el sexo sobrevolaba el ambiente, de hecho el sexo lleva sobrevolándonos desde que hace miles de años el primer renacuajo sobre la tierra le miró el culo a la primera renacuaja sobre la tierra. Pero a pesar de esta verdad irrefutable esas pelis antiguas eran menos obvias, mucho más naif. Al protagonista perdedor no se le salía la líbido por la orejas y se conformaba con soñar que acabaría bailando con su inalcanzable princesa el día del baile de graduación. Esta canción es para eso. Para coger a tu princesa por la cintura, sentir como ella apoya su cabeza en tu hombro, cerrar los ojos y volar mientras los secundarios de tu película se mueren de envidia. Ya estoy mayorcito para bailes de graduación y camisetas con chorreras pero se me ha metido entre ceja y ceja el acabar un día bailando esta canción con mi reina del baile.
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3 comentarios:
buena suerte
la bailaras....tu ex
Creo que acabas de cagarla, pero bien cagada
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