sábado, 9 de enero de 2010

Fins aviat

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La fiesta de fin de temporada del parque ha sido la gota que ha colmado el vaso de mi capacidad de desolación. He dejado pasar un par de días desde su celebración hasta estas lineas porque al día siguiente no recordaba ni mi nombre y porque no quería que la cercanía de tantas muestras de cariño me hiciera escribir una etílica oda a la exaltación de la amistad. Os voy a echar mucho de menos a todos, a los polacos y a la selección del resto del mundo. Dos días después de ese festival de cariño aún me parece que si no vuelvo a trabajar con vosotros me voy a morir de pena, imaginaos lo que sentía ayer, pocas horas después de haberos abrazado quizá por última vez. Lo voy a dejar aquí porque se me llevan los demonios ante la idea de no volver a veros.
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En otro orden de cosas creo que debería planear algo para mi inminente futuro. Lo primero es conocer a Ana, mi sobrinita de once días de vida. Bueno, eso es lo segundo, lo primero es llegar a mi pueblo sorteando carreteras cortadas por la nieve. Una vez en el pueblo de los locos tengo dos opciones:
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a) Estancarme en el sótano viendo la vida pasar delante de mis narices y solucionar mis problemas olvidándolos a golpe de cerveza.
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b) Espabilar.
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Los dedos se me escapan por el teclado buscando autocompasión pero por una vez voy a dejar las penas y negros augurios de lado y me voy a concentrar en pensamientos positivos y facilones. En el mejor de los escenarios posibles, en el supuesto e incierto caso de que me vuelvan a llamar del parque para la próxima temporada, tengo dos meses por delante para hacer cositas. Y las cositas que quiero hacer son fotos, fotos para mí y para vosotros. En seis meses de curro he hecho alrededor de 60.000 fotos, cada una con una sonrisa distinta delante del objetivo. De esas fotos no conservo ninguna y la mayor parte de dichas sonrisas no ha llegado a inmortalizarse en papel fotográfico sino que se ha perdido en algún oscuro vertedero virtual lleno de unos y ceros. Hacer fotos a destajo, como si fueran churros, no ayuda a sentirse fotógrafo. Quiero dar vueltas y vueltas buscando mi foto, quiero frustrarme porque no la encuentro y quiero sonreír con la cámara pegada a la jeta cuando miro a través del visor y sé que la he encontrado. Eso es lo que quiero, hacer fotos. Lo que no sé aún es de qué. Estoy bastante harto de ser fotógrafo de instantáneas, me apetece contar historias y es ahí donde viene el problema. Me cuesta encontrar historias, por eso soy fotógrafo de instantáneas. Así como en mi deambular por la vida suelo dejar que los acontecimientos decidan por mí igualmente en mi búsqueda del mundo dejo que este se ponga delante mi objetivo en vez de poner mi objetivo delante de lo que quiero mostrar. Me cuesta teorizar. No me decido y ante esa indecisión me bloqueo y opto por no hacer nada. Si me pusieran una pistola en la cabeza preguntándome qué narices quiero fotografiar no sabría decir si lo que quiero es mostrar lo sórdido e inhóspito que es el mundo que nos ha tocado vivir o mostrar que incluso lo sórdido e inhóspito puede ser bello. Ya veis que me cuesta teorizar y que cuando lo intento soy pedante. ¿Alguna idea?
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kkkkk

4 comentarios:

Maria dijo...

Yo llegaría, conocería a la sobrinita y me empaparía del cariño familiar, sin pensar (unos días sin pensar, si eso es posible, no le hacen daño a nadie). Y aunque pese 2 Kg, me llevaría la cámara a todas partes, nunca se sabe dónde puede encontrarse una historia que pueda convertirse en foto... (todo esto desde mi humilde punto de vista).
Que vuelves al parque? Bien.
Que no? Ya pensarás en ello..
Pero por el momento disfruta de tu sobrinita, que seguro que se lo merece, con el pedazo de tío que tiene!
:)

Anónimo dijo...

Por la zona, estan acabandose las huertas tradicionales que sucumben a los adosados, San Martín de la Vega y la Vega del Jarama en general son buenos ejemplos. No se si te apetece una historia de abuelitos, jovenes neorrurales y caldos calentitos en invierno.

Anónimo dijo...

pues miguel con la camara siempre a punto. la vida esta llena de historias todas ellas llenas de frases recuerdos emociones y fotos.
SEGURO QUE ENCONTRARAS ESA QUE TE HARA SENTIR ALGO MUY MUY ESPECIAL.
Fins aviat

Anónimo dijo...

Va telar,jeje..yo tb he tenido una crisis poscurro; porq en este vagon de tren q es esta vida, en el q la peña sube y baja en cada estacion, hay gente q ni siquiera la ves, otros pasan como si nada, con otros hablas un rato, hay con quienes no quieres ni hablar y estan los q quisieras llevarte en ese vagon toda la vida. Pase lo q pase, os hecharé mucho de menos. Y ahora la pqueña Ana se ha subido a tu tren, Vete a achucharla!!! BESINES.