"Tucker era uno de esos tipos cuyos fallos se mantenían coherentes estuviera con quien estuviera. Había tenido amigos que habían conseguido que sus segundos matrimonios funcionaran, y siempre hablaban del alivio que habían sentido al darse cuenta de que el primero había fracasado por la propia dinámica de las cosas, y no por fallos inherentes a ellos mismos. Pero como varias mujeres -mujeres que no se parecían en nada- se habían quejado de las mismas cosas, Tucker tenía que aceptar que la dinámica no tenía nada que ver con el asunto. Era él. Al principio, algo - el enamoramiento, la esperanza, lo que fuera- había ayudado a enmascarar su verdadera naturaleza. Pero luego la marea siguió su ciclo y todo quedó al descubierto, y todo era feo, oscuro, abrupto y desabrido." (Nick Hornby, "Juliet, desnuda")
lunes, 30 de mayo de 2011
jueves, 19 de mayo de 2011
Los punkis no estábamos tan equivocados
debemos hacer un consenso
¡Qué monada!
Como primer punto del orden del día
como segundo punto
Qué felices son haciendo el mamón
Siempre en nombre de la razón
y su libertad vigilada por los cañones del capital
Estáis todos acojonaos por el ejército
y vendidos a todos los banqueros
camuflando en democracia este fascismo
porque aquí siempre mandan los mismos
Un congreso de ratones podíais formar
no representáis a nadie.
¿Qué os creéis? ¿A quién queréis engañar?
Quiero soberanía personal
mi representación soy sólo yo
y nada me puede obligar
con vuestra constitución
Hemos despertado
Estamos en todas partes. Estamos muy cabreados. Nos han robado tantas cosas que ya no tenemos nada que perder. Nos han engañado tanto que ya no nos creemos nada. Nos han inoculado tanto miedo que nos han hecho inmunes. No le tememos a nada porque ya no hay nada más que temer. Ahora son ellos los que tienen miedo. Nos temen porque no nos esperaban. Nos temen porque como nunca nos han escuchado ahora no saben qué demonios queremos. Nos temen porque no saben cuantos somos. Somos legión. Nos temen porque no saben quienes somos. Somos Axterix y Obelix. Nuestra poción mágica es la rabia. Somos espartanos. Nuestras Termópilas son las calles de nuestras ciudades. 1984 es ahora y el Gran Hermano no sabe la que se le viene encima. No somos rojos ni fachas, somos la generación perdida, pero acabamos de encontrarnos. Nos dieron a elegir entre estudiar o trabajar pero los dos caminos nos han llevado al mismo sitio. Nos educaron para el éxito. El suyo. Nos educaron en el odio y la ambición y ahora cosechan los frutos de esa educación, tenemos los ojos inyectados en odio y tenemos una gran ambición, recuperar lo que es nuestro. Nos pidieron el voto y se pasaron nuestro voto por el forro de los cojones. Nos dieron pan y circo pero al ver que se están comiendo nuestro pan los enanos del circo hemos crecido como Hulk y ahora acampamos delante de sus narices clamando venganza. Ahora que hemos despertado tardaremos mucho en volver a coger el sueño. Quizá a base de palos consigan que demos un paso atrás pero será para coger impulso y volver con más rabia a la calle. Intentarán desacreditarnos llamándonos violentos pero como decía una pancarta que he visto en las fotos de la Puerta del Sol: "Violencia es cobrar 600 euros al mes".
"Cuando estamos unidos somos fuertes. Cuando somos fuertes tenemos poder. Cuando tenemos poder podemos conseguir lo imposible".