domingo, 20 de septiembre de 2009

Porno

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Menuda conversación que he tenido hoy. Un colega de aquí ha llegado medio afónico y con dolor de garganta y como yo soy de pueblo y él es marica lo primero que he pensado ha sido “algo te habrás comido”. Le he preguntado si había cogido frío y me ha dicho que no. Le he preguntado si había estado de borrachera y me ha dicho que no. Le he preguntado si se había comido una polla y me ha dicho que si, una bien gorda. Resulta que a su último novio le gusta el sexo salvaje y anoche mi colega lo dio todo para tenerle contento. No solo se metió en la boca la polla de su cariñin hasta los huevos, no solo accedió a que el novio llevase el ritmo de la mamada agarrándole del pelo y zarandeando su cabeza arriba y abajo. A mi eso ya me parece suficiente para oír cascabeles y ver luces de colores pero además de hacer todo esto mi colega tuvo que aguantar (con mucho gusto según me cuenta) como el otro le abofeteaba la cara según él succionaba. El resultado, además de la inflamación de garganta, es un labio partido con bastante mal aspecto. El otro ya puede estar satisfecho, vaya mamada. Mi colega a pesar de que apenas puede hablar está muy orgulloso de su trabajo por lo que cualquier juicio ajeno sobra. Sinceramente la conversación ha sido algo nuevo para mi cerebro de paleto. Tengo colegas gays pero aparte de las típicas bromas y lugares comunes nunca he llegado a comentar con ellos los secretos más sucios. Hoy sin embargo, mientras comía, y de boca de alguien con quien no tengo mucha confianza he escuchado cosas como: correrme, tragarmelo, por el culo, empujando, mamando, calentita, hasta el fondo, el puño entero, chorreando, etc….Que no se me entienda mal. No me asusto ante estas cosas, cada uno se divierte como puede y yo también voy a ir al infierno. Solo digo que mi prejuicioso y reprimido cerebrillo se ha sorprendido y violentado en un primer momento ante tanto derroche de pornografía gay. Si, me jode reconocerlo pero me he sentido algo pudoroso al principio y aún mas me jode reconocer que esto ha sido así porque la leche calentita de la que hablábamos había chorreado por la cara de un tío y no de una tía. ¿Seria distinto si todo esto me lo hubiera contado una chica? A mi me da que sí porque los tíos somos muy simples y si una tía me hubiera contado las guarradas que me ha contado mi colega yo habría pensado “esta quiere algo”. Como digo me he visto sorprendido en un primer momento pero en seguida he cogido confianza, he entrado en calor y me he lanzado al ruedo del “pues a mí……” con bastante buena aceptación de la critica. De hecho he entrado demasiado en calor y aún sigo algo subidito. Creo que no me vendría mal echar un polvo.
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3 comentarios:

Joyeria Garce dijo...

de lo mejorcito q has ofrecido ultimamente... eso si...mi madre ya no me deja leerte.
Saludos!!

Anónimo dijo...

Si una chica te cuenta eso, es que quiere algo y si te lo cuenta un chico no. Piensalo dos veces anda. Hay que probarlo todo, a lo mejor te gusta. Quién mejor que un hombre para saber lo que le mola a otro hombre.

miguelan dijo...

Ya lo pensé dos veces antes de escribirlo...