miércoles, 10 de febrero de 2010

Qué fuerte

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Hoy he descubierto que no estuve ocho años casado sino seis. Qué fuerte me parece. Es una sensación rara, ahora no sé si esos dos años me faltan o me sobran. Esta corrección a mi propia biografía se debe a que hoy he pasado un rato leyendo mi diario. Lo empecé con veintidós añitos cuando estaba en Irlanda y la última anotación la hice con veintiocho primaveras viviendo en Madrid. Al principio lo cogí con ganas, en Dublín todo era nuevo, pero luego todo se enfrió y las últimas anotaciones tienen meses de separación entre ellas. Sin embargo es un completo esquema de cómo me fueron las cosas, por dentro y por fuera, durante buena parte de mi vida. Y me reconforta saber que no he cambiado con los años, sea lo que sea que soy ahora ya venía así de fábrica. Reconforta por un lado y joroba por otro porque también es una prueba de que aquellas cosas que quería cambiar siguen estando ahí. Si creéis que alguna vez me he puesto demasiado melodramático con mis miserias en el blog deberíais leer lo que escribía cuando sabía que nadie lo iba a leer. Santo Dios, a mí la Inquisición! Mis devaneos amorosos tampoco tienen desperdicio, menudo pringao, que manera de no acertar. Una vez leído el diario y con algo de perspectiva puedo decir que durante toda mi vida el drama y la comedia me han perseguido a partes iguales. Como a todo el mundo supongo. Si un día encuentro ganas me gustaría recopilar algunos pasajes del diario, ni muy plañideros ni muy obscenos, para que podáis comprobar que de aquellos polvos vienen estos lodos. Como aperitivo os dejo la única anotación del 06/04/2001:
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No recuerdo por qué llevo puestos dos calzoncillos.
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3 comentarios:

fotos dijo...

calzonazos?

miguelan dijo...

Nooooo, eso vino más tarde.....

fotos dijo...

preguntaba el tamaño de los calzoncillos...