martes, 25 de mayo de 2010

Era cierto

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Yo pensando que mi madre lo flipaba cuando antes de mandarme al cole me prevenía para que tuviese cuidadín con lo que me metía en la boca y resulta que tenia razón la pobre. Haberlos haylos. Yo lo más parecido a la droga que probé de crío fue Barrio Sésamo, La Bola de Cristal y el Palo Fumeque, curiosa variedad vegetal con forma de tallo reseco relleno de una especie de pasta blanca esponjosa también reseca. Los chavales nos íbamos a una era a fumarnos el palo entre toses pero con las maneras de un banquero chupando un Cohibas. No recuerdo que el palo tuviese ningún efecto aparte de la sensación de no entender a los mayores. Recuerdo también que sin ninguna motivación estupefaciente sino más bien gastronómica solíamos comernos las flores blancas que caían de unos árboles, no recuerdo cuales, a las que llamábamos Pan y Queso. A mí no me gustaban mucho pero ya empezaba a hacer mis pinitos intentando sentirme integrado en el grupo y me comía las flores sin rechistar. Había casos peores. En mi clase de la EGB había un chaval que se lo comía tooodo. Se llamaba Antonio pero le llamábamos El Caníbal. El Caníbal era un visionario y no contento con beberse el pegamento Imedio y pintarse la lengua con las ceras Manley un día le dio por probar nuevos orificios y se le tuvieron que llevar a urgencias con el tapón del bolígrafo metido hasta la pituitaria. Para acabar con las historietas del cole simplemente quiero hacer una pequeña mención a un jueguecito que practicábamos en clase cuando la seño no miraba. Se trataba de esperar a que algún compañero pendiente de la lección dejase la boca abierta para introducir rápidamente en ella tus dedos sobre los que previamente habías escupido. Era tan asqueroso como suena pero estábamos muy lejos de tener escrúpulos y el juego era entretenido, especialmente si tú tenías buen material por estar constipado. Si el que estaba constipado era otro el juego era algo menos divertido. Mi generación sobrevivió a que tu compañero de clase te metiese un gargajo en la boca, a fumar palos, a comer mierdas y a los inicios de Telecinco. Estamos curados de espanto. Somos superhombres, podríamos comernos el mundo, si quisiéramos o quisiésemos.


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Creo que ahora las canciones viene con publicidad..

Entre dos aguas.....Paco de Lucía
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kkkkkkkkkkkkkkkk

8 comentarios:

Anónimo dijo...

joder que asco lo del jueguecito... En mi clase lo más que hacíamos era tirar arroz con el boli.
mucho tiempo sin escribir, no? Me ha gustado. un abrazo
Mundo

Anónimo dijo...

Como siempre muy bueno Miguel. De los jueguecitos que recuerdo de la mía, era la de poner chinchetas en las sillas cuando una compañera se iba a sentar... menudos botes dábamos!O hacer explotar en el silencio de la clase bolsas de arroz inflado... En fin,nada comparable al vuestro pero en su día igual de divertidos... Qué ascazo!! Se agradecen esas señales de vida. Un beso, Lurdes

y un telar dijo...

jajaja, q bueno yo tb comia flores, unas moradas q decian q sabian a azúcar...sabian a flor y punto. A los de nuestra generación nos tenian q poner una medalla de honor xq menudas piezas q éramos, nosotros pegabamos "la mano loca"en las paredes del techo mientras la "seño" dando el coñazo con la tabla multiplicar...La "seño" tenia la mania de quitarse los zapatos y ponerse zapatillas y dejarlas debajo de la mesa..no veas q peste..hasta q un dia se los llenamos de pegamento, santo remedio, ya no se los quitó más. Lo mejor de todo las señales de guerra q te quedan, tengo una cicatriz q me hice saltando unas tablas con puntas...no veas como dolió la herida durante un mes, pero con mucho orgullo se la enseñaba a todo el mundo, jajajaja.

miguelan dijo...

En la escuela oficial de idiomas de Valdemoro Edu y yo desarrollamos un invento con el que conseguias ponerle la chincheta al primo de turno no en el asiento sino en el respaldo. Merecemos un premio por eso, por la bromita de untar con jabon lechoso el picaporte de la puerta justo antes de que entrase el profe y porque era tal nuestra actitud que cuando el profesor mandaba leer a toda la clase de uno en uno, a nosotros dos nos saltaba!!Pobre Raymon.
Feliz Casicumpleaños Mundo!!

Gusilambo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Una de tantas dijo...

Que conste antes que nada, que sólo voy a dejar unas impresiones acerca del tema en cuestión.

...Regresión a la infancia, recuerdo un montón de historias en el colegio pero yendo un poco más cerca en el tiempo me acuerdo en el instituto, en 2º de BUP para ser exactos, en clase de física, la peña le tenía mucha manía a la
profesora porque era de esas personas que mira a los adolescentes con un miedo atroz, digno de psicópatas, y para no dejarle dar clase, tiraban los tapones de los bolis bic al suelo y cada 5 segundos alguien preguntaba: ¿puedo levantarme a coger el tapón que se me ha caído? risitas de fondo, y la profesora por miedo a una reyerta y al caos siempre decía: - sí, venga...

Yo, que siempre he estado del lado del más débil, no comprendía la falta de carácter y personalidad de la profesora, y estaba harta de ir a hacer el imbécil a clase (para eso me quedaba en la salajuegos jugando un futbolo), así que quería parar aquella situación de algún modo, y no se me ocurrió otra cosa que durante el recreo antes de que llegara todo el mundo, clavé el tapón de un bic en el techo, cuando comenzó el trajín de si se podía coger el boli, levanté la mano e hice la pregunta en cuestión, la profesora sorprendida y todos porque yo nunca lo hacía me dijo: - ¿tú tambien "una de tantas"? Anda,
venga, cógelo... Cogí me subí a la mesa y lo arranqué del techo, las risas fueron escandalosas y la profesora se pusó pálida y me dijo que fuera con ella a ver al jefe de estudios, cuando fuimos me preguntaron que por qué había hecho eso y que era motivo de expulsión, y le dije que la situación era tan
insostenible que de ir a hacer el tonto a clase, hacerlo en condiciones, y que la próxima vez igual en lugar de levantarme a coger un tapón de boli igual era
ir a recoger una silla al patio (pero qué chunga era, eso de nacer en un suburbio marginal, jajajajaja).

Así que no me expulsaron, la situación con la profesora mejoró porque se puso las pilas, y yo seguí yendo más a la salajuegos que a clase pero por lo menos cuando iba aprovechaba el tiempo, je, je...

Anónimo dijo...

me parto...jajaja vaya tela.

y un telar dijo...

si es q lo tuyo no podia ser de otra manera..jajaja. una de tantas..no, la "única" de tantas.