Cuando yo era crío el Día de todos los Santos lo único que hacíamos era acompañar a la familia a comprar flores para llevarlas después a la tumba de los antepasados muertos. Un fiestorrón vamos. Gracias a la globalización televisada ahora nos olvidamos de nuestros muertos y nos concentramos en buscar un disfraz molón para celebrar no el Día de todos los Santos sino Halloween. Iba a enrollarme explicando que tal celebración proviene de una festividad celta, el Samhain, pero como se me iba a notar que tal explicación estaba copiada palabra por palabra de la Wikipedia creo que lo mejor será que me olvide de análisis pseudohistoricos y pase directamente a lo que ahora me preocupa. Necesito un disfraz para la noche del domingo. Después de darle unas cuantas vueltas y teniendo en cuenta que no tengo mucho tiempo y que dinero tengo la mitad que tiempo finalmente me he decidido por el disfraz de cantante noruego de Black Metal. Para el que tenga unos gustos musicales alejados de la escena metalera noruega os voy a dejar un par de ejemplos de lo que busco. Quiero parecerme a este o a este. También me hace gracia ir vestido como este pero me da miedo terminar descuartizando a alguien o acabar en una fiesta sadomaso con un hacha metida en el culo. Si me he decidido por tal disfraz es porque aparte de una peluca y algo de pintura en la cara no necesito mucho más. Tengo camisetas negras, tengo unos pantalones negros elásticos, tengo cinturones de tachuelas (también tengo uno de pinchos de los que hacen pupa pero me lo dejé en Madrid pues no pensé que lo fuera a necesitar en la playa) y tengo un par de botas Martens. Solo me queda hacerme un collar con una cruz del revés y enrollarme metros de cinta adhesiva negra desde las muñecas hasta los codos. Para darle el toque definitivo he pensado en comprarme una botella de granadina y hacer gárgaras con ella antes de salir de casa con el fin de tener la boca más roja que Drácula. El año pasado me disfracé de Alex, el entrañable asesino violador de La Naranja Mecánica y me pase toda la noche explicándole a la gente quién se suponía que era yo, qué película era esa que casi nadie había visto y quién pollas es Stanley Kubrick. Mi disfraz estaba logrado, camisa y pantalones blancos, tirantes a juego, sombrero negro, bate de béisbol (hecho con esterillas de playa enrolladas) botas negras por encima de los pantalones, pestañas tatuadas bajo el ojo derecho y protector genital. Esto era lo mejor del disfraz. Ya que no me había traído a la playa el protector de huevos que utilizaba en taekwondo me tocó inventarme uno poniéndome unas bragas blancas encima de los pantalones y rellenándolas con trapos de cocina a la altura del paquete. Quedaba resultón pero era un infierno cada vez que iba al baño a mear. Lo malo fue que esa noche todos mis compis iban disfrazados de vampiros, brujas, monjes, etc….o sea, todos de negro siniestro y yo de blanco inmaculado y con unas bragas sobre los pantalones. Daba de todo menos miedo.
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Aquí os dejo una muestra de Black Metal, no son noruegos sino suecos pero para el caso es lo mismo. Aunque no os lo creáis esa voz de ultratumba es de una tía!
Arch Enemy - Nemesis
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