Sosia

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Acabo de constatar que el verano se ha acabado. He encontrado sitio para aparcar a la primera y en la puerta de casa. Tampoco se oyen durante toda la noche las voces de los guiris borrachos, valga la redundancia, y la playa ya no parece el festival de Woodstock. No seré yo quien eche de menos a las hordas de turistas pero en el ambiente flota un aroma de conclusión que me da algo de penita. Acabo de recordar que en el post anterior también hablaba de despedidas y finales así que voy a contener un poco la ñoñería y contaros alguna gilipollez.

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Esta tarde una señora al verme en el curro me ha dicho que es compañera de trabajo de mi hermano, el que curra en el metro de Barcelona. Solo he podido contestarla ¿comorrr? Me ha dejado helado. La mujer no se podía creer que el tipo que trabaja con ella no fuese mi hermano, parecer ser que el parecido es increíble. Estaba tan flipada que me ha hecho dudar de mi padre. No le voy a preguntar a mi padre no sea que cause un cisma en casa pero la verdad es que estoy intrigadísimo. Según la señora si nos viésemos el uno al otro nos caeríamos de espaldas. Me encantaría encontrármelo, creo. Me gustaría saber como le ha ido la vida a un tipo agraciado con mi misma cara y mi mismo cuerpecillo aunque seguramente dotado con un órgano reproductor más pequeño. Además de tener mi aspecto ¿sera igual de idiota que yo? Así de primeras lo dudo mucho pero me encantaría comprobar por mi mismo como se puede ser yo sin ser yo. Aunque también me conozco y seguro que me lo tomaba mal y relativizaría las cosas mucho más de lo que ya las relativizo. No solo tendría que aguantar todos los días mi increíble pero cierta forma de ser sino que ni siquiera tendría el consuelo de ser único. Y otra cosa ¿se parece ese tipo a mi o me parezco yo a el? ¿Quien es el Blade Runner y quién el Replicante?

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