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Como veréis por la foto apenas me aburro cuando me quedo en casita un sábado por la noche. Harto de naufragar por internet me he bajado al sótano a ver si se me ocurría alguna foto. Estoy un poco tétrico últimamente y mi primera idea era hacer una foto de un tipo cavando su propia tumba pero entre que no me apetecía ponerme a picar en el patio y que no sabia como representar que era una tumba para él y no para su primo Vladimiro al final he desechado la idea. Un cadáver en un maletero era más factible y más gráfico. A lo mejor en la foto no parezco del todo un cadáver pero es que soy muy perro y esta noche no me apetecía morirme. La de la foto es mi mejor interpretación después de no pocos intentos bastante desastrosos. Las primeras veces no me daba tiempo a meterme del todo en el maletero una vez puesto el temporizador de la cámara y en primer plano salía mi culo en pompa. Al séptimo intento ya he sido capaz de meterme felinamente en el maletero teniendo cuidado de dejar el pie fuera no se fuera a cerrar el capó y empezase la auténtica fiesta de coger mierdas con cesta. He tenido que hacer unas pocas fotos más hasta conseguir no salir tenso como un bakala. Calculo que habré entrado y salido del maletero del Kadett unas quince veces. Un planazo para un sábado de carnaval. Si me lo curro puedo presentarme al Record Guinness. En el decimoquinto intento, una vez conseguida una postura creíble y después de escuchar el clic del obturador he salido corriendo ansioso por ver el resultado pero lo que he visto ha sido a una señora llamada Chon con un montón de ropa para tender mirando como su hijo de treinta y tres años salía del maletero del coche en calzoncillos. Mi madre ya sabe desde hace tiempo que soy un poco tonto pero su cara era la de haber pasado de pantalla. Señalando la cámara y el trípode he intentado convencerla de que no soy gilipollas sino que quería hacer una foto de un cadáver en un maletero. Un argumento demoledor. Con cara de darlo todo por perdido y antes de ponerse a tender mi pobre madre me ha preguntado “¿no sales por ahí?” cuando en realidad quería decirme “Miguel Ángel por favor te lo pido, vete a dar una vuelta con alguien antes de que te quedes tonto”. ¿Cómo explicarle que metiéndome en calzoncillos en el maletero hago menos el tonto que si me voy por ahí?
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Como veréis por la foto apenas me aburro cuando me quedo en casita un sábado por la noche. Harto de naufragar por internet me he bajado al sótano a ver si se me ocurría alguna foto. Estoy un poco tétrico últimamente y mi primera idea era hacer una foto de un tipo cavando su propia tumba pero entre que no me apetecía ponerme a picar en el patio y que no sabia como representar que era una tumba para él y no para su primo Vladimiro al final he desechado la idea. Un cadáver en un maletero era más factible y más gráfico. A lo mejor en la foto no parezco del todo un cadáver pero es que soy muy perro y esta noche no me apetecía morirme. La de la foto es mi mejor interpretación después de no pocos intentos bastante desastrosos. Las primeras veces no me daba tiempo a meterme del todo en el maletero una vez puesto el temporizador de la cámara y en primer plano salía mi culo en pompa. Al séptimo intento ya he sido capaz de meterme felinamente en el maletero teniendo cuidado de dejar el pie fuera no se fuera a cerrar el capó y empezase la auténtica fiesta de coger mierdas con cesta. He tenido que hacer unas pocas fotos más hasta conseguir no salir tenso como un bakala. Calculo que habré entrado y salido del maletero del Kadett unas quince veces. Un planazo para un sábado de carnaval. Si me lo curro puedo presentarme al Record Guinness. En el decimoquinto intento, una vez conseguida una postura creíble y después de escuchar el clic del obturador he salido corriendo ansioso por ver el resultado pero lo que he visto ha sido a una señora llamada Chon con un montón de ropa para tender mirando como su hijo de treinta y tres años salía del maletero del coche en calzoncillos. Mi madre ya sabe desde hace tiempo que soy un poco tonto pero su cara era la de haber pasado de pantalla. Señalando la cámara y el trípode he intentado convencerla de que no soy gilipollas sino que quería hacer una foto de un cadáver en un maletero. Un argumento demoledor. Con cara de darlo todo por perdido y antes de ponerse a tender mi pobre madre me ha preguntado “¿no sales por ahí?” cuando en realidad quería decirme “Miguel Ángel por favor te lo pido, vete a dar una vuelta con alguien antes de que te quedes tonto”. ¿Cómo explicarle que metiéndome en calzoncillos en el maletero hago menos el tonto que si me voy por ahí?
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3 comentarios:
jajajjaja, recuerdo cuando nos pilló tu padre con postura comprometida pero explicable en tu casa antigua, fuamdos como dos chustas y partiéndonos de risa que no el culo...no sé si el pensaría lo mismo...
hasta ahí puedo contar para no confundir al personal
Muy buena la foto y la historia.
Monjita
¡que grande eres!
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