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fotos, miserias y alegrías
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Cuando mi padre ha ido esta mañana a despertarme para montar la piscina no me ha encontrado en mi habitación y ha bajado al sótano. Allí si me ha encontrado, dormido en un sillón, vestido y con pinta de venir de los Sanfermines. Lo mejor de todo es que ante tal panorama me ha espetado: hijo, si bebieses pensaría que llegas todas las noches pindongo. “Si bebieses” me dice………o mi padre es el rey de la ironía o es el rey de la ingenuidad. Yo no he dicho en mi casa que no bebo y de hecho saben que lo hago, lo que no tendrán muy claro es cuanto bebo y donde bebo. Pero vamos, que mientras los padres de todo el mundo temen que sus hijos estén por ahí drogándose los míos piensan que estoy hasta las seis de la mañana jugando al parchís en la biblioteca. También será que me ven ya mayorcito como para decirme lo que tengo que hacer. Una pena. Eso sí, alguna pequeña duda de cómo estaré llevando mi vida sí que debe de tener mi padre pues por la tarde, mientras veíamos el partido de la selección, ha roto su silencio para preguntarme: ¿Y tú hasta cuando tienes paro? Cuando le he dicho que puedo estar chupando del dinero de todos hasta octubre del año que viene no me ha dicho nada y ha seguido viendo el futbol, no sé si más tranquilo o más preocupado. Tranquilo por saber que mi situación laboral no es crítica o preocupado por saber que a este paso no llego al año que viene.kkkkkkkkkkkkkkkkkkkk
¿Seré un pokero? Hace un mes no era apenas consciente de la realidad de esta “tribu urbana” y ahora me asalta la duda de si pese a mi edad no seré uno de ellos. Para el que no lo sepa los pokeros (canis en otras partes de España) son esa especie descendiente de la familia de los bakalas, aunque adoptan también características de otras familias como la de los raperos y la de los jinchos, que de un tiempo a esta parte puebla las periferias de las ciudades. Los habéis visto. Suelen llevar la música del móvil a todo volumen, llevan muchos abalorios de oro o sucedáneos, ellos suelen llevar sudaderas de capucha estampadas (preferiblemente con estrellitas o lunares) y ellas ropa ajustada de colores y estampados de leopardo aunque el uniforme oficial del pokero es el chándal Nike Cortez y el calzado oficial son las Nike de muelles, las que llevan la cámara de aire a la vista. La principal forma de reconocer a un pokero macho es ver el ángulo que forma la visera de su gorra con el suelo. Si este ángulo es mayor de 45 grados nos hallamos ante un auténtico pokero. A la pokera hembra o “leopardesa” se la reconoce porque parece que se ha pintado la raya de los ojos durante un terremoto. Entre ellos suelen llamarse “primo”, “jambo” o “loco” y su dialecto es un tratado de economía del lenguaje: tu sae primo, ¿si o que? , amos, éndeve, mirmaano, ¿abe o no?, aaro illo. Aunque suelen ocupar soportales y parques el hábitat natural del pokero es el parking de una discoteca de polígano, situándose preferiblemente junto al atronador maletero de un Seat León amarillo. Les gusta Camarón, Haze, el techno Hardcore y cualquier cosa resultante de la fusión de tales estilos. Aunque se beben hasta las copas de los árboles su bebida preferida es el Red-Bull mezclado con cualquier alcohol. De drogas ilegales mejor no hablamos.
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Siempre es bueno recuperar los clásicos, sobre todo cuando no te apetece ni pensar ni escribir...
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LEY DE MURPHY
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Si algo puede salir mal, saldrá mal.
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Corolarios:
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Nada es tan fácil como parece.
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Todo lleva más tiempo del que usted piensa.
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Cualquier solución entraña nuevos problemas.
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Cuando las cosas se dejan a su aire, suelen ir de mal en peor.
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La madre Naturaleza es una perra.
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Si se encuentra bien, no se preocupe. Se le pasará.
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Cuando le parezca que las cosas van mejor, es que se le ha pasado algo por alto.
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Todo lo que empieza bien, acaba mal.
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Todo lo que empieza mal, acaba peor.
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Si algo no puede salir mal, saldrá mal.
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Nada es tan malo nunca como para que no pueda empeorar.
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No hay tarea tan simple que no pueda hacerse mal.
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Mirar hacia un lado y ver a cincuenta y cinco mil personas con los cuernos heavys alzados al cielo impresiona casi más que mirar hacia el otro lado y ver a AC/DC sobre el escenario. Que pasada. Que sensación de estar asistiendo a algo grande. Que pelos de punta. Que pedazo de pedo. Y que pena que me dio que se acabase. Si Angus Young hubiese seguido haciendo solos de guitarra durante tres días seguidos de allí no se habría movido nadie. Es increíble ver como un tipo de poco más de metro y medio vestido de colegial y armado con una Gibson se queda solo en el escenario delante de miles de personas y los maneja a su antojo solo con el rasgueo de su púa sobre las cuerdas. Ser cantante de rock tiene que ser de los mejores curros del mundo pero ser guitarrista debe ser la pera limonera. Y ser Angus Young ya ni te cuento. Aún me duele el cuello por hacer el energúmeno como si no hubiera un mañana. De hecho, fiel a mi costumbre también me caí, con la primera canción. Como estábamos en las gradas del estadio no me caí al suelo sino que lo hice sobre el heavy que tenia debajo. Soy tan cenizo que metí un pinrel entre los hierros del asiento del heavy y me pase dos minutos enganchado, sin poder sacar el pie, apoyado sobre la espalda del tipo, sin poder moverme y sin dejarle moverse a él mientras los dioses vivos del rock tocaban para nosotros.kkkkkkkkkkkkkkk

Dentro de nuestro proceso de involución algunos colegas estamos retomando este año costumbres ancestrales. Los bares además de perjudiciales para la salud son caros. Con lo que me gasto en media hora en el bar me compro diez bolsas de pipas y con diez bolsas de pipas me tiro horas sentado en un banco de un parque. Y eso es lo que hacemos últimamente. Nos vamos por la noche a Los Pinos, que como el nombre indica son un montón de pinos (que no bosque) que hay a las afueras del pueblo, nos compramos unos litros y unas pipas y pasamos el rato entre risas y penas. Yo aprovecho y doy el jode con el mp3 y unos altavoces hechos a la medida del Dj frustrado y cansino. En estos pinos nos pasábamos muchas tardes cuando éramos canis, primero en los columpios, luego jugando al béisbol en el descampao contiguo, más tarde asando castañas en una chapa y finalmente fumando porros en los mismos bancos en los que lo hacemos ahora. Nos han pasado muchas cosas desde entonces pero no nos han pasado juntos, yo de hecho hasta hace un año apenas tenía contacto con alguno de ellos. Cada uno intentó improvisarse un futuro, en el pueblo o lejos del pueblo, cada uno hizo lo que creía que tenía que hacer, o no, cada uno a su manera tiro para adelante como pudo y todos hemos vuelto al banco del parque, para bien o para mal.
Hoy solo pensaba dejaros una foto porque no tengo nada que contar y porque estoy borracho y todo me da vueltas pero me he encontrado con Rosi y me ha afeado el comportamiento que tengo a veces con mis lectores. No le gusta mi sección de karaoke, cree que lo hago porque paso de vosotros así que ella pasa de dicha sección en cuanto la ve. Pues vaya, yo que lo hago con todo el cariño. So sorry Rosi pero mi pequeña existencia a veces no da más de si. Me niego a colgar aquí ninguna de las canciones que quizá podrían gustarte porque aunque son pocos y muy cambiantes aún tengo principios. Eso si, como eres una tía que te cagas y en mi duro y negro corazoncito tengo un sitio chiquitín reservado para ti te dejo una canción de las que te pienso grabar en ese Cd que llevo un año diciendo que te voy a grabar…..espero que te guste y prometo mejorar……Esto es pa vusooootros…