Ñapa

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En mi afan por salir de mi actual status de parásito social hoy he aprendido un oficio. Me he pasado desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche poniendo aparatos de aire acondicionado. No han sido las doce horas seguidas, no, he tenido media hora para mear, comer, tomarme un café y echarme la siesta. Mi colega Ismael me ha llevado de ayudante porque yo le había conseguido la ñapa. La ñapa era en mi casa. En mi casa creemos que para ser como todo el mundo ahora nos falta el aire acondicionado. A mí el aire acondicionado me sienta como una patada en la nuez y me va a tocar dormir con bufanda pero una casa sin aire acondicionado es como un televisor sin plasma. La cosa es que ahora mismo estoy reventado pero la experiencia ha sido positiva, no sólo me he movido del sótano sino que he mantenido la cabeza ocupada en alicates y tubos y no en mis pajas mentales. Además Ismael ha quedado bastante contento con mi rápido aprendizaje y me llevaría con él de ayudante si tuviera trabajo y no tuviera que conformarse con ñapas en casa de los padres de los colegas. A pesar de mi rapido aprendizaje he sido agraciado con un tajo sangrante de tres centímetros en la tocha resultado del impacto de un aspa de ventilador contra mi jeta. La cicatriz que se me va a quedar era lo que le faltaba a mi aspecto de camello.
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Un beso para mi sobrina y otro para la dueña del sombrero……

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Toma castaña!

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