miércoles, 3 de junio de 2009

Pipas

.
Dentro de nuestro proceso de involución algunos colegas estamos retomando este año costumbres ancestrales. Los bares además de perjudiciales para la salud son caros. Con lo que me gasto en media hora en el bar me compro diez bolsas de pipas y con diez bolsas de pipas me tiro horas sentado en un banco de un parque. Y eso es lo que hacemos últimamente. Nos vamos por la noche a Los Pinos, que como el nombre indica son un montón de pinos (que no bosque) que hay a las afueras del pueblo, nos compramos unos litros y unas pipas y pasamos el rato entre risas y penas. Yo aprovecho y doy el jode con el mp3 y unos altavoces hechos a la medida del Dj frustrado y cansino. En estos pinos nos pasábamos muchas tardes cuando éramos canis, primero en los columpios, luego jugando al béisbol en el descampao contiguo, más tarde asando castañas en una chapa y finalmente fumando porros en los mismos bancos en los que lo hacemos ahora. Nos han pasado muchas cosas desde entonces pero no nos han pasado juntos, yo de hecho hasta hace un año apenas tenía contacto con alguno de ellos. Cada uno intentó improvisarse un futuro, en el pueblo o lejos del pueblo, cada uno hizo lo que creía que tenía que hacer, o no, cada uno a su manera tiro para adelante como pudo y todos hemos vuelto al banco del parque, para bien o para mal.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola pollo,
Si has vuelto al banco del parque, será para algo. Solo hay que esperar y ver para qué. Ánimos.
Mundo

miguelan dijo...

Yo estoy seguro de que en mi caso ha sido para bien, mas seguro no puedo estar...

Un abrazo

Anónimo dijo...

yo no sabría que decir....
el calvo