martes, 23 de septiembre de 2008

Simbad el Marino

Dentro de las labores de acondicionamiento de mi cueva hoy me ha tocado remover cajas en el trastero y además de joderme la espalda me he encontrado auténticos tesoros. El trastero de mis padres es todo un museo de nuestra vida en los últimos 30 años. No han tirado nada. Además de mi cuna y unos leotardos (que mi madre jura que son mios y yo juro que no puede ser) he encontrado lo primero que recuerdo haber leído en mi vida, aparte de las cartillas del colegio. Es un cuento de Simbad el Marino. A Simbad le pasaba de todo. Para el lector el cuento era un entretenimiento constante y para el pobre Simbad era un no parar..........cuando se libraba de una serpiente de siete cabezas le salia un bicho gigante con alas y se lo llevaba volando, cuando el bicho lo soltaba salia ileso del castañazo pero caía entre millones de escorpiones.....y así hasta infinito. No he podido releerlo bien pues estaba ocupado rompiéndome los riñones pero tengo ganas de pasarme un rato tumbado en el suelo viendo pasarlo mal a ese hombre y tengo ganas de ver como acaba......no lo recuerdo pero seguro que acaba bien. Lo bueno que tienen los cuentos respecto a la vida real es que siempre acaban bien. Lo bueno que tiene la vida real respecto a los cuentos es que aún no está escrita.

6 comentarios:

Penny dijo...

Un personaje de cuento contaba historias para salvar su vida. Piensa que cada historia que nos cuentas en tu blog salva tu alma, otro día más, del olvido y salva las almas de tus lectores de unos minutos de desidia. A mí eso ya me parece un triunfo.

miguelan dijo...

Recuerdame que te invite a una caña cuando te vea Penny, ah y enhorabuena por ese 2º premio....

Anónimo dijo...

bueno, tampoco es para tanto tia,eres una pelota...jejejejeje

JpiNews dijo...

Sabia deficinición

Penny dijo...

El peloteo me ha reportado una promesa. ¿Tácticas sucias en épocas de crisis o un cumplido que levanta el alma? Todo tiene más de un punto de vista.

miguelan dijo...

te lo digo yo: cumplido que levanta el alma y el animo...
la caña sigue en pie...