Mi ángel de la guarda

.

Hoy he estado a puntito de cagarla como pocas veces la he cagado. Me he salvado por los pelos y porque mi ángel de la guarda está más centrado que yo y le debo de caer bien. Esta mañana he descubierto para mi espanto que se me había olvidado sellar el paro este mes. Casi me desmayo cuando he comprobado la fecha. He salido hacia la oficina del INEM (en un pueblo a cinco kilómetros del mío) casi con el pijama, si no he ido con el pijama ha sido porque había dormido vestido, otra vez. Mis pensamientos durante ese breve pero angustioso trayecto han sido de los más negros que he tenido nunca y mira que los tengo negros. Normalmente corro con el coche pero lo de hoy ha sido distinto, he batido el record de velocidad en el trayecto Ciempozuelos-Valdemoro, seguro. De hecho cuando he llegado a mi destino he sido tan brusco al aparcar que me he dado contra el coche de al lado, afortunadamente el golpe ha sido en la parte que ya me destrozó el camión de la basura y que aún esta pendiente de que me arreglen. He entrado a la oficina del paro como si entrase en las duchas de Auschwitz y cuando balbuceando le he dicho a la tipa de la ventanilla lo gilipollas y mendrugo que soy apenas me ha entendido del sofocón que llevaba. Cuando me ha dicho que por llegar un día tarde no pasaba nada no sabía si ponerme a llorar de alegría o darla un beso y pedirla en matrimonio. También me ha dicho que si me llego a retrasar un día más me hubiesen quitado los diecinueve meses que me quedan de paro. Madre mía, aún se me erizan los pelos al recordar esas palabras. Si me llegan a quitar el paro por empanao no me hubiese quedado otra que echarme al monte y empezar una nueva vida lejos de la civilización y de cualquier persona que me conozca. No habría sido capaz de mirar a la cara ni a mi familia ni a ninguno de los pocos que se preocupan por mi. La única cosa que tengo que hacer en esta vida de parado perezoso y fiestero que llevo es preocuparme de sellar el paro cada tres meses y hasta eso se me olvida. Soy lo peor y me merezco todo lo que me pase. Sé que una lección como esta debería hacerme espabilar pero también me conozco bien y que me den por culo si aprendo de las lecciones de la vida. Quizá perder el paro me habría venido bien para dejar de mirarme los pies y pasar a la acción pero quizá no, quizá me hubiese hundido más en el pozo ese que me empeño en excavar desde que tengo uso de razón. Estoy un poco negativo, lo sé, ya me conocéis, el regodeo en lo negro me sale solo. La conclusión que saco de todo esto es que las cosas siempre pueden empeorar a poquito que te empeñes y que mi ángel de la guarda necesita un poquito de ayuda por mi parte. Voy a tatuarme mi tarjeta del INEM en un brazo y en el otro me grabaré a fuego que sólo yo puedo dejar de excavar mi pozo y que sólo yo puedo cambiar lo que tengo y lo que soy.

.
Bastante mierda he soltado ya, ahora os dejo con un par de canciones animosas que no pueden faltar en vuestras fiestecillas:

kkk