Si ayer no os conté ninguna milonga fue porque tenía planes y uno no puede estar en todo. Mi plan era ir a un concierto y la verdad es que estuvo muy bien. El concierto era de The Ting Tings y habría estado mejor si los susodichos tuviesen más de un disco publicado. Como solo tienen un disco la cosa duro más bien poco. No habría estado mal tampoco llegar un poco antes a la sala y no haber tenido que verlos y escucharlos desde el quinto coño. Pero bueno, en peores plazas he toreado. Además (lo tengo que contar, lo tengo que contar) ligué…con la guitarrista de los Dover. No voy a entrar en detalles (tampoco hay muchos detalles la verdad) pero la cosa es que la tía me saludo como si me conociera o quisiera conocerme (o porque le gustaba mi gorra y mis greñitas) y después de ese primer contacto pille también alguna mirada al vuelo. Desgraciadamente para la rockera mi compañía en el concierto era infinitamente mejor que una guitarrista famosa así que tuvo que buscarse a otro a quien impresionar. Además a mi los Dover no me gustan, nuestra relación habría empezado con mentiras y así no se llega a ningún sitio, al menos a ningun sitio bueno, lo sé bien..
2 comentarios:
Gracias por el cumplido...pero si tu compañia hubiera sido un amigote la historia seria mucho más interesante aunque menos creible aun. Es cierto yo lo vi!
Si mi compañia hubiera sido un amigote la tipa esa ni me habria mirado....o si hubiese mirado habria pensado "madre mia vaya dos pringaos"...pero como a mi se me notaba en la cara cierto aire de suficiencia por saberme el mejor acompañado de todo el local sin duda fue eso lo que llamo la atencion de la rockera. O eso o mis greñitas de guarro...
Hay que volver al "Eustaquio"...
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