Julito

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Los parados hemos quedado a cenar y Miguelin nos ha preparado unas lubinas a la brasa que hemos comprado con lo que nos quedaba suelto. Estaban para chuparse los dedos. Hemos decidido que lo próximo será calamar a la brasa.

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También nos ha dado tiempo de echarle un vistazo a la situación laboral en el Reino Unido pues Miguelín se esta planteando pirarse y según vayan las cosas por aquí los demás ya veremos. La verdad es que curros para los que vale todo el mundo hay un copón. Y es mejor lavar platos aprendiendo ingles que lavar platos a secas. Así vemos el panorama de claro. Rebuscando un poco y dejando de lado el puto “Key Account Manager” (que no sé que cojones es pero está claro que teníamos que haber estudiado de eso) se pueden encontrar cosas que suenan tan bien como jardinero en un campo de golf a orillas del Lago Ness. O sea, dar vueltas en un carricoche y decirle al jefe “fuck off”(traduc: que vaya Rita) cuando te mande a buscar las pelotas que se han caído al lago. También he visto ofertas de recogedor de huevos en una granja, lechero (si, el que deja le leche fresca en la puerta), guía en una destilería de whisky, fotógrafo de siniestros (a ese voy a llamar) y el mejor de todos si uno vale para el puesto: cuidador de un cementerio. Se precisan candidatos capaces de tratar a la gente con cariño y de cavar tumbas como locos. Buscan un enterrador tierno.
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No se me puede olvidar hace una mención al revival de música española de tinte hortera pero buena musica al fin y al cabo que nos hemos marcado después de cenar. Julio Iglesias, Perales, Cecilia….hemos probado con Raphael pero el cabron del ordenador se encasquillaba, no es listo ni ná. El Marina se ha emocionado con Perales (sobre todo con la ultima parte de ¿Y como es él?) y yo un poco más con Julito Iglesias. Me voy a bajar los grandes éxitos para llevarlos en el coche. La que me gustaría cantaros en un karaoke es la que os dejo aquí debajo. Y un trocito de letra, todo un aviso a navegantes de parte de Julito:

De tanto ocultar la verdad con mentiras

Me engañé sin saber que era yo quien perdía

De tanto esperar, yo que nunca ofrecía

Hoy me toca llorar, yo que siempre reía.