viernes, 23 de enero de 2009

R.I.P.

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Esta noche he estado cavando un hoyo en el campo para enterrar un cadáver. El muerto era Lord, el pastor alemán de Alex, una amiga del Marina y a partir de hoy amiga mía pues cavar una zanja de noche une mucho. Por fin he podido utilizar la luz de minero que me trajeron los reyes magos. También he utilizado mis riñones y todas las fuerzas de que disponía. Hacia un frío de pelotas pero hemos entrado en calor a la tercera palada de tierra. No queríamos que nos pillase la guardia civil pues parece ser que te empapelan por esto y nos hemos ido por los caminos. Amparados en la oscuridad hemos elegido un sitio apartado y hemos empezado a cavar pero el sitio ha resultado ser una antigua escombrera y hemos encontrado baldosas, parquet, cemento, cables, tubos y chispas que saltaban cuando dabas con la azada en una baldosa y te temblaba hasta el piloro. Al final hemos conseguido una tumba lo suficientemente digna y Lord ya descansa en paz. Mentiría si dijese que no he sentido algo extraño al echar la primera pala de tierra sobre el cuerpo del animal para enterrarlo. No sé, a lo mejor es que he visto muchas películas.
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La noche ha acabado en el “Peña Town” jugando al billar. Miguelín y yo hemos enseñado a unos chavales como juegan los hombres de verdad y nos han metido la del pulpo. Pero la última la hemos ganado nosotros.
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2 comentarios:

JpiNews dijo...

Esta historia sería buena para hacer un monologo.

miguelan dijo...

Si, si, seguro que en media hora lo terminabamos y en diez minutos lo grababamos.....

Un abrazo Jaime